miércoles, marzo 14, 2007

LATEX

Me pregunto, solo me pregunto. Cuantos sueños derivan en la informe pesadez del tiempo. Cuantos viajes a Adrogué, a tu centro, a tus brazos. En épocas en que yo tenía un camarada, el que ya no tengo más. Y ese mismo paso del tiempo queda marcado en pequeños gestos, en mi infancia lejana, apremiada por algunos esfínteres insurrectos. Pienso en una vida de goma, de mucha goma apilada, de látex, de estiércol, de subterfugios sexuales de adolescentes. Llavallol quedaba lejos y al mismo tiempo cerca. Tus genitales quedaban cerca y al mismo tiempo lejos. Prestándonos cadencias, gestos y amacheteándonos escupos sobre el cuerpo, pieles con pelos, piernas peludas y tersuras de viejas de mierda.
El surf también existe. Tu recuerdo en mi ya no descansa. Tan solo una mortaja de ese látex para dar muerte final a nuestro amor.