lunes, abril 23, 2007

CAMITA DE HOJAS


Linda, caminata blanca, en una vaivén de leina tramb sonriendo al aire, sintiéndose feliz. Todo por un disgusto de la Jorquera, visión pasajera, camita de hojas, en tu garganta ligera.
Y cuando estemos ligados por esa muela, dentadura eterna, visión de calavera, eximio relajo de una romería en pugna y florida, como tus antojos.
Solo en la punta, se aferran los goces, dolores, rabietas, refunfuñadores. Sintiendo calores de pedestales.
En Cardales, fue donde perdí la inocencia.
Mi infinita paciencia, se duerme bajo la marejada de
Tu dulce mirada, de temblores y ocasos
Maremotos de andrajos
Sudores del sur, en el norte y viceversa, bi-cerveza, no quiero esa, solo te quiero a ti.
Decapitando, sufriendo, los albores del día, vienen muriendo hacia vos.
O hacia ti.
Es igual
Indistinto
Pasajero
Irremediablemente certero
Postrante
Adulante, mujeriego
Es esa la sombra que te mata y enrojece
Mi sangre, bien… y crece
Entre tanta arritmia.