Furia. En el medio de tu escarnio público y tus manotazos a tetas en vidriera, me pongo rojo, me subo al carro. Me fijo en las formas de ver este, mi cadalso. Lagrimas de desesperación, de angustia y de algún ocaso. Llaves perdidas en un marasmo de fango. Tanta fe que yo tenía, y tan poco la has cuidado. Te abro mi sótano, el corazón, mi escapulario y... ¿que me has dado? Tan solo una diatriba y una lista de principios que poco has respetado. Y el tamaño del miembro grande tan poco te ha durado. Con ese recuerdo te has de quedar. Con esa poca delicadeza, sin embargo.
Orgamo express en Canarias, en Lanus y Don Torcuato. Ni bien entra, enorme, ella sale, su jugo acaramelado. El tamaño sí es lo que importa, mientras miras mi cuidado, de decirte que eres linda, que te quiero, que te amo. Pero solo tu me cimbras, tus recuerdo y tus llantos. De un sodape extra large, de tu miel, de tus orgasmos.
¡Qué suerte has tenido en la vida! Que peste es este agravio azul, pulposo, mojado. Letra mayúscula. Quédate con tus recuerdos, con tu llanto. Déjame vivir tranquilo. Aquí estoy. Haciendo rimas asonantes de curado a las tres de la mañana. ¡Que espanto!
Esas líneas en el tiempo, tan poco que duró, duraron. Piedras blancas en el pecho lindo. ¿Sabes una cosa? Las putas tienen comprando el paraíso, con todo lo que han ahorrado. ¿Y vos? ¿Con qué te quedaste?¿Con tus largos testamentos? Una bronca me sobresale en el panteón de los desposeídos, el pantalón de los olvidados. Una pena en el cuore todavía sigue colgando. Prometo no hablar mas en rima. Solo por hoy. Con la pena del destierro y el arrepentimiento, debo vivir pagando. Pero esperaba un poco más. Solo un poquito mas, solo un poquito.
