martes, febrero 12, 2008

EL BARBERO DE SEVILLA


Un espejo perfecto, mas tersa la piel que nunca, y el tornasol cambia de castaño oscuro, a pelirrojo y luego rubio platinado, delgado el pelo, afilada la cuchilla, para luego cambiar al color de los ojos. Los ojos que miro en tu espejo, perfecto. Cama grande, cortinas, techo y mucho amor. Amor fraterno, amor lascivo, amor del bueno, como dicen las lesbianas. Como dicen las vecinas de la otra cuadra, sola y solteronas se han quedado. Solas y maltrechas, mientras tú me muestras tu espejo, el espejo que yo mas amo, el perfecto, lampiño de frente y de perfil. Horas sin dormir. Horas sin rezar ni hacer ninguna mueca. Puertas abiertas para el amor de la mañana. Rotas las cerraduras, solo queda esperar el tiempo de los besos, llaves que certeras buscan la materia, el cuerpo, la piel blanca y la tersura de tus besos. Pásame el lápiz, por favor, que voy a escribirte una blanca historia de amor.